Tiene unos siete años que no celebro mi cumpleaños. Escribí un cuento de gatos precisamente sobre la inutilidad de conmemorar nuestro día de nacimiento, lo que me trajo varios años de paz y ecuanimidad sólo igualada por sábados mañaneros de caricaturas, tardes de cine o viajes de autobús con una novela en mis manos. Este año la cosa cambia un poco, gracias a amigos y familiares que me han enseñado que si bien sí es inútil conmemorar este día (no pasa NADA si no se celebra) es agradable pensar que hay un día donde recordamos que vinimos a este mundo, y que con ello llegaron cosas como -por ejemplo- los Bujos.Prefiero celebrar la llegada de todas esas cosas que he hecho, y de todas esas personas que he conocido, de todos ustedes que, algunos sin conocerme, visitan los Bujos y se entretienen un rato. Celebro tener estos medios para compartir una parte de mi vida (la parte menos aburrida y fea), hay que recordar que vinimos al mundo a establecer contacto, compartir y unir. Seamos felices, demos mucha Luz, hagamos de nuestra vida, algo de lo que otros puedan beneficiarse. Celebremos que diario desde que nacimos podemos dar... aunque sea un ratito de distracción, con unos dibujitos.
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